El final de la huída


Restallaban las hojas y las pequeñas ramitas que se acumulaban por el sendero; ella, medio agachada, lanzaba miradas nerviosas a un lado y a otro. El otoño había comenzado pronto y la vegetación tornada parda confundía la vista. El ruido del viento la inquietaba pues no le permitía distinguir si su perseguidor andaba cerca; había acabado con la vida de sus cuatro amigos y ahora tan solo ella quedaba como testigo, no cabía duda de que no pararía hasta matarla. Salió corriendo hacia el interior del bosque, creyendo que atajaría para llegar cuanto antes a la carretera principal, la idea no era mala, pero muy previsible.


Esquivó varios troncos que dificultaban el camino y tras el último zigzagueo se encontró de frente con la figura de la cual huía; se quedó paralizada. Los ojos zaínos tras la máscara detuvieron su instinto de supervivencia y quedó a total merced del asesino petrificada por el pánico.

Unos cuantos pasos más, ella aceptó su destino y entrecerró los ojos, pero por la escasa abertura que dejó, vio como él tropezaba al no levantar suficiente los pies al pasar sobre unas raíces que se levantaban medio palmo del suelo; para evitar la caída se sujetó en una gran rama seca que pendía de un árbol con nefasto resultado, ésta cayó sobre él. Con la pierna rota y la rama sobre su cuerpo, ahora no podía moverse.

Ella abrió los ojos de par en par y pensó en salir corriendo aprovechando que tenía oportunidad, pero había visto demasiadas películas de terror y sabía que si lo dejaba así, acabaría por encontrarla. Cogió una piedra de grandes dimensiones, la cual casi no podía manipular y se puso a la altura de la cabeza del ahora indefenso asesino.

- ¿Últimas palabras mal nacido?

- Sí, que ser un psicópata no significa dejar de ser torpe.

Y le destrozó la cabeza golpeando repetidamente la piedra sobre el cráneo hasta que ambas acabaron partidas por la mitad. Después se dejó caer hacia atrás, exhausta y manchada de sangre. Mientras miraba hacia las copas de los árboles se le escaparon unas carcajadas, la frase había tenido gracia…


Editado por The night talker

No hay comentarios:

Publicar un comentario